domingo, 22 de febrero de 2015

Un año de HIIT

Estos días se cumple un año desde que empecé mis sesiones de entrenamiento personal "HIIT" con la entrenadora Ana Alexandre, a la que conocí unos meses antes en los eventos "Network and the City ":

Network and the city Barcelona - Parte 1

Network and the city Barcelona - Parte 2
 



Creo que después de un año ya puedo hacer balance de lo que me ha reportado este tipo de entrenamiento, y hoy lo comparto con vosotros en este artículo.

No puedo negar que los comienzos no fueron fáciles, aunque había ido muchos años al gimnasio, también hacía años que había tenido que dejarlo, y sólo practicaba pilates y abdominales hipopresivos regularmente. Eso hacía que mis músculos estuviesen más o menos en forma, pero mi fondo físico no. Por eso lo primero que noté en los entrenos de HIIT, además de unas agujetas terribles, era que me cansaba muchísimo.

Aunque ya lo comenté en un artículo hace unos meses: ¡Vamos a movernos!, os recuerdo en qué consiste este tipo de entrenamiento:

El HIIT (high intensive interval training o entrenamiento en intervalos de alta intensidad) es un entrenamiento de corta duración, unos 30 minutos, donde se realizan diferentes ejercicios de tonificación de la musculatura, combinados con ejercicios de cardio, para aumentar el ritmo cardíaco a intervalos de corta duración. La teoría es que con este tipo de ejercicio, con picos de intensidad, consigues activar tu metabolismo de forma más rápida que con un entrenamiento clásico cardiovascular de larga duración, y quemas más grasa. Además, al tonificar también tu musculatura, aumentas tu masa muscular, lo que facilita posteriormente el metabolismo también en reposo.

Las planchas y flexiones son habituales en los entrenos HIIT de Ana Alexandre


Desde el principio Ana tuvo en cuenta mis problemas de espalda, y programó mis entrenos con ejercicios de tonificación para fortalecer la musculatura de mi espalda. Además hacemos muchos ejercicios de glúteos, pues subir el "pompis" era para mi uno de los objetivos iniciales de este entrenamiento. Mi otro objetivo era mejorar mi fondo físico.


Haciendo ejercicios de piernas y glúteos en una sesión de HIIT 


Tengo que decir que después de un año el balance es totalmente positivo: me siento más fuerte, mis piernas están más tonificadas, mis glúteos han mejorado, y mi espalda sigue dando guerra, pero he conseguido aprender a ejercitarla, y al conocer mejor su musculatura puedo controlarla mejor, e intentar evitar cargar mis trapecios en exceso, aunque a veces el estrés y el ritmo de la vida normal me vuelvan a contracturar.

Trabajando mi espalda durante el entrenamiento


Además, lo más importante para mí, es que he cogido el hábito de moverme más y hacer ejercicio varios días a la semana. Los días que no voy a entreno, si puedo salgo a caminar una hora, y a "subir escaleras" (los fines de semana subo las de Montjuic en Barcelona, y os aseguro que hay unas cuantas...), sigo con mis clases de Pilates semanales con Eva Corral, y unas dos veces por semana hago una pequeña rutina de entrenamiento en casa, que también me prepara Ana.

Mis entrenadoras: Ana Alexandre y Eva Corral


Como os decía me siento más en forma, y cada día me divierto más haciendo deporte, tanto los entrenos HIIT, que siguen siendo duros, eso sí, como yendo a caminar, o haciendo mis clases de Pilates con el Cadillac y el Reformer, donde también me siento más fuerte.
 




Para acabar, deciros que Ana Alexandre también es nutricionista, y aunque con ella no sigo un programa de nutrición, pues ya como de forma equiibrada, si que he descubierto algunas comidas gracias a ella, que he introducido en mi día a día: Los batidos de frutas y verduras no los tomo cada día, pero sí a veces antes de desayunar o algún día para merendar, y como mínimo son una fuente de vitaminas y fibra.



También he descubierto las semillas de chía y la gran cantidad de fibra que tienen, por lo que me preparo "pudding de chia" (leche o leche de almendras, y unas cucharadas de semillas de chía) para merendar algunos días, y me ayuda mucho con mi tránsito intestinal (perezoso desde siempre). Le suelo añadir frutas como fresas, frutas del bosque (estas últimas las suelo comprar congeladas), o bien miel o mermelada para endulzar, y, aunque la pinta es rara, ¡os aseguro que está bueno!


Pudding de chia con mermelada, y con fresas y miel



Volviendo al deporte, y como conclusión, hacer más deporte durante este último año me ha reportado muchas cosas buenas, me siento mejor físicamente y mentalmente (el deporte me sirve para desconectar de preocupaciones, trabajo, etc.). Salir a andar también me ayuda a meditar y paso más tiempo al aire libre.



Por lo tanto, si os estáis planteando empezar a hacer algún tipo de deporte, sólo os puedo decir que os animéis, que no busquéis milagros en vuestro cuerpo ni en vuestro peso (yo no he adelgazado ni un gramo este año), pero con los meses iréis notando pequeños cambios (más fuerza, musculatura más tonificada), y sobre todo seguro os sentiréis mejor.

Por supuesto, yo quiero seguir haciendo deporte todo el tiempo que pueda, porque los beneficios sólo se mantienen si eres constante, pero además porque disfruto haciéndolo. Como digo, al empezar a hacer deporte, no vale la pena ponerse objetivos imposibles (pesar 10 kg menos o tener el cuerpo de una modelo), sólo pensar que es bueno para tu salud, si lo practicas con moderación, que te puede servir para sentirte mejor, y para ayudarte a mejorar determinados problemas físicos (como mi dolor de espalda), pero recuerda: hazlo siempre guiado por buenos profesionales.

Y os dejo con uno de los lemas que utiliza mi entrenadora Ana Alexandre, y que me gusta mucho:


¡Hasta pronto!


lunes, 9 de febrero de 2015

Madrid y sus rincones: calles y moda

En mi anterior artículo me centré en mis experiencias gastronómicas en mi última visita a Madrid:

Madrid y sus rincones: El buen comer

Así que hoy quiero contaros otros aspectos de mi escapada, en la que descubrí rincones desconocidos hasta ahora para mí, y recorrí algunos de mis rincones de moda favoritos de Madrid.


Madrid y sus calles...

Un poco por casualidad, esta vez pasé por calles de Madrid que nunca había pisado en mis anteriores visitas: el domingo, callejeando con mi amiga Monica después de nuestra visita al Museo Thyssen (que será motivo de otro artículo), nos adentramos en las calles donde vivieron Quevedo y Cervantes, y me sorprendieron gratamente: son calles tranquilas, al menos de día, con comercios, bares y restaurantes originales, y muy limpias en comparación con el casco antiguo de otras ciudades:

Calles de Cervantes, Lope de Vega y Quevedo

 

Otras imágenes de calles y edificios del centro de Madrid
 
 
Otra calle que me gusta de Madrid es la calle Hortaleza, en el barrio de Chueca. Esta vez coincidimos el sábado con la bendición de los animales por la festividad de San Antón, en la parroquia de esta calle, que se cortó al tráfico para la celebración. ¡Fue muy curioso ver los perros vestidos para la ocasión!

Bendición de animales por San Antón en Hortaleza

 
Madrid y su moda...
 
Para una aficionada a la moda como yo, ir de tiendas Madrid es una satisfacción, tanto paseando por la calle Serrano, a muchas de cuyas tiendas no me puedo permitir el lujo de entrar, o mejor dicho, de comprar, como por barrios como Chueca, donde siempre descubro alguna tienda que me llama la atención.
 
Hace ya años que descubrí en Madrid la primera tienda Guess de España (luego abrieron sus tiendas de Barcelona), marca que sabéis que me gusta:
 
 
La tienda Guess de Madrid está en Claudio Coello, y siempre que voy a la ciudad hago una visita:
 

Tienda Guess en Claudio Coello, 44


En mi anterior visita a Madrid, hace algo más de un año, descubrí la tienda de Teria Yabar, a la que también dediqué un artículo en este blog:
 

Escaparates de la tienda de Teria Yabar en Madrid

 

En cuanto a Chueca, en la calle Hortaleza hay algunas tiendas interesantes, de ropa y también de complementos, como es Full Spot Market, que distribuye el O'bag, bolso que descubrí también en mi anterior visita a Madrid, y al que le dediqué un artículo, porque me pareció una idea cuanto menos original:
 
 
En mi anterior visita conocí la tienda Spazio O'clock en la calle Serrano, donde conocí a Raquel, y esta vez fui a Full Spot Market en la calle Hortaleza, donde me atendió también muy amablemente María, y me compré mi segundo O bag, esta vez un O bag mini, en color azul bebé y con accesorios en negro:


O bag mini en color azul bebé con asas de charol negro y accesorio acolchado negro. Las asas intercambiables de cuerda, detalle de Full Spot Market, para usarlas principalmente en verano.


Imágenes de la tienda Full Spot Market en Hortaleza, 26

Y hasta aquí mi recorrido por algunos rincones más de Madrid. Pronto os traigo un nuevo artículo sobre una exposición muy bonita que visité en Madrid...

 
 
 
 

domingo, 1 de febrero de 2015

Madrid y sus rincones: el buen comer

Aunque siempre os digo que Barcelona es mi ciudad preferida, Madrid siempre me ha llamado mucho la atención, por sus edificios majestuosos, la historia reflejada en sus calles, su ambiente nocturno, el buen comer, y muchas otras cosas que he ido descubriendo en mis diferentes visitas a la ciudad.



En mi última visita, el fin de semana pasado, he reafirmado mi concepto de esta ciudad, tal vez menos cosmopolita que otras, pero con una oferta inacabable de ocio, gastronomía, moda, arquitectura e historia, que os quiero contar en esta serie de artículos, a través de mis rincones favoritos de este viaje.


El buen comer...

Como os decía, una de las cosas que más me gusta de Madrid es su gran oferta gastronómica, variada y variopinta, pues tanto puedes comer en un restaurante con estrellas michelín, como en un restaurante moderno y/o de moda, o bien en una fonda de las de toda la vida, donde comes barato y muy bien. En este viaje he probado un poco de todo, restaurantes modernos, de moda, y los de toda la vida:

Los restaurantes modernos y de moda: Lamucca y La Antoñita

Mi visita al restaurante Lamucca era una asignatura que me quedó pendiente en mi anterior visita a Madrid, pues no encontramos mesa. Esta vez reservamos con antelación para cenar el viernes en Lamucca de Prado (hay dos restaurantes Lamucca en Madrid, éste de Prado, y otro en Pez).

El sitio es bonito, está situado en una zona de ambiente nocturno de Madrid, cerca de la plaza Santa Ana, en un edificio antiguo, y el local está decorado de forma moderna y original. El servicio muy amable, y la comida muy correcta, para repetir en una próxima visita.



En Lamucca picamos unos pimientos del Padrón, una ensalada de burrata y unas croquetas muy buenas. De segundo unos carpaccios de ternera también muy correctos.
 


El sábado cenamos en La Antoñita, restaurante de la Posada del Dragón, en la Cava Baja, cerca de locales emblemáticos como Casa Lucio. Como os decía, es un restaurante moderno y de moda, y tampoco nos defraudó.

La Antoñita en la Cava Baja
 
En la carta de La Antoñita te indican sus platos más demandados. Haciendo caso de la sugerencia, probamos el tataki de salmón que estaba delicioso. Las verduras de temporada a la brasa, croquetas de boletus, bacalao en tempura y los churros con chocolate también resultaron exquisitos:


 
Los restaurantes de toda la vida: La Puebla

Una de las cosas que más me gusta de Madrid es que aún conserva esos restaurantes de toda la vida, donde puedes comer un menú típico de la zona, a un precio muy asequible y con una calidad muy correcta.

La Puebla es uno de estos restaurantes, lo descubrimos por casualidad, ya que estaba cerca de nuestro hotel. La Puebla está en la calle Ventura de la Vega, 12.


 

El restaurante dispone de varios menús, desde 14 euros los fines de semana, con platos abundantes y de buena calidad. También recomendable para comer si os pilla de paso en alguna visita a esta ciudad. Probamos la merluza y el conejo al ajillo, y los dos platos estaban deliciosos.


Ocio, gastronomía y tradición: La Cava Baja

En la Cava Baja, situada en el barrio de La Latina de Madrid, se concentran multitud de restaurantes, bares de tapas y locales de ocio. Entre los restaurantes destaca Casa Lucio, restaurante de gran tradición, al que tengo pendiente ir en mi próxima visita a Madrid, y buenos bares de tapas, como la propia Taberna de los huevos de Lucio, a la que fui hace años, y donde cené muy bien. Eso sí, es difícil encontrar mesa en La Taberna, principalmente los fines de semana. Y después de cenar, no os faltará un sitio en La Latina para tomar una copa y bailar un rato si os apetece.
 
Algunos locales de la Cava Baja


Las confiterías y el jamón ...

En Madrid son famosas sus pastelerías y confiterías, y sólo hace falta dar una vuelta por alguna de sus calles para ver que esta fama es bien merecida. Los escaparates de las confiterías son una alegría para los amantes del buen comer y del dulce en particular. En esta visita pasamos por la Tahona de San Onofre y La Duquesita, por nombrar algunas. Además, la tradición de comer un buen jamón en Madrid también resulta sencilla de llevar a cabo, pues hay muchos bares y restaurantes que te lo ofrecen, incluso en sus escaparates:




Y para acabar con mi recorrido gastronómico por Madrid, os dejo la imagen de una sencilla pizza que comimos hecha en un horno de leña, y que aunque no era italiana auténtica, según comentó mi amiga italiana que me acompañó en este viaje, puedo decir que estaba deliciosa:



Hasta aquí mi pequeño recorrido por el buen comer en esta ciudad. Pronto os traigo nuevos artículos sobre esta escapada de fin de semana a Madrid.