Estos días se cumple un año desde que empecé mis sesiones de entrenamiento personal "HIIT" con la entrenadora Ana Alexandre, a la que conocí unos meses antes en los eventos "Network and the City ":
Network and the city Barcelona - Parte 1
Network and the city Barcelona - Parte 2
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Network and the city Barcelona - Parte 2
Creo que después de un año ya puedo hacer balance de lo que me ha reportado este tipo de entrenamiento, y hoy lo comparto con vosotros en este artículo.
No puedo negar que los comienzos no fueron fáciles, aunque había ido muchos años al gimnasio, también hacía años que había tenido que dejarlo, y sólo practicaba pilates y abdominales hipopresivos regularmente. Eso hacía que mis músculos estuviesen más o menos en forma, pero mi fondo físico no. Por eso lo primero que noté en los entrenos de HIIT, además de unas agujetas terribles, era que me cansaba muchísimo.
Aunque ya lo comenté en un artículo hace unos meses: ¡Vamos a movernos!, os recuerdo en qué consiste este tipo de entrenamiento:
El HIIT (high intensive interval training o entrenamiento en intervalos de alta intensidad) es un entrenamiento de corta duración, unos 30 minutos, donde se realizan diferentes ejercicios de tonificación de la musculatura, combinados con ejercicios de cardio, para aumentar el ritmo cardíaco a intervalos de corta duración. La teoría es que con este tipo de ejercicio, con picos de intensidad, consigues activar tu metabolismo de forma más rápida que con un entrenamiento clásico cardiovascular de larga duración, y quemas más grasa. Además, al tonificar también tu musculatura, aumentas tu masa muscular, lo que facilita posteriormente el metabolismo también en reposo.
Desde el principio Ana tuvo en cuenta mis problemas de espalda, y programó mis entrenos con ejercicios de tonificación para fortalecer la musculatura de mi espalda. Además hacemos muchos ejercicios de glúteos, pues subir el "pompis" era para mi uno de los objetivos iniciales de este entrenamiento. Mi otro objetivo era mejorar mi fondo físico.
Tengo que decir que después de un año el balance es totalmente positivo: me siento más fuerte, mis piernas están más tonificadas, mis glúteos han mejorado, y mi espalda sigue dando guerra, pero he conseguido aprender a ejercitarla, y al conocer mejor su musculatura puedo controlarla mejor, e intentar evitar cargar mis trapecios en exceso, aunque a veces el estrés y el ritmo de la vida normal me vuelvan a contracturar.
Además, lo más importante para mí, es que he cogido el hábito de moverme más y hacer ejercicio varios días a la semana. Los días que no voy a entreno, si puedo salgo a caminar una hora, y a "subir escaleras" (los fines de semana subo las de Montjuic en Barcelona, y os aseguro que hay unas cuantas...), sigo con mis clases de Pilates semanales con Eva Corral, y unas dos veces por semana hago una pequeña rutina de entrenamiento en casa, que también me prepara Ana.
Mis entrenadoras: Ana Alexandre y Eva Corral
Como os decía me siento más en forma, y cada día me divierto más haciendo deporte, tanto los entrenos HIIT, que siguen siendo duros, eso sí, como yendo a caminar, o haciendo mis clases de Pilates con el Cadillac y el Reformer, donde también me siento más fuerte.
Para acabar, deciros que Ana Alexandre también es nutricionista, y aunque con ella no sigo un programa de nutrición, pues ya como de forma equiibrada, si que he descubierto algunas comidas gracias a ella, que he introducido en mi día a día: Los batidos de frutas y verduras no los tomo cada día, pero sí a veces antes de desayunar o algún día para merendar, y como mínimo son una fuente de vitaminas y fibra.
También he descubierto las semillas de chía y la gran cantidad de fibra que tienen, por lo que me preparo "pudding de chia" (leche o leche de almendras, y unas cucharadas de semillas de chía) para merendar algunos días, y me ayuda mucho con mi tránsito intestinal (perezoso desde siempre). Le suelo añadir frutas como fresas, frutas del bosque (estas últimas las suelo comprar congeladas), o bien miel o mermelada para endulzar, y, aunque la pinta es rara, ¡os aseguro que está bueno!
Pudding de chia con mermelada, y con fresas y miel
Volviendo al deporte, y como conclusión, hacer más deporte durante este último año me ha reportado muchas cosas buenas, me siento mejor físicamente y mentalmente (el deporte me sirve para desconectar de preocupaciones, trabajo, etc.). Salir a andar también me ayuda a meditar y paso más tiempo al aire libre.
Por lo tanto, si os estáis planteando empezar a hacer algún tipo de deporte, sólo os puedo decir que os animéis, que no busquéis milagros en vuestro cuerpo ni en vuestro peso (yo no he adelgazado ni un gramo este año), pero con los meses iréis notando pequeños cambios (más fuerza, musculatura más tonificada), y sobre todo seguro os sentiréis mejor.
Por supuesto, yo quiero seguir haciendo deporte todo el tiempo que pueda, porque los beneficios sólo se mantienen si eres constante, pero además porque disfruto haciéndolo. Como digo, al empezar a hacer deporte, no vale la pena ponerse objetivos imposibles (pesar 10 kg menos o tener el cuerpo de una modelo), sólo pensar que es bueno para tu salud, si lo practicas con moderación, que te puede servir para sentirte mejor, y para ayudarte a mejorar determinados problemas físicos (como mi dolor de espalda), pero recuerda: hazlo siempre guiado por buenos profesionales.
Y os dejo con uno de los lemas que utiliza mi entrenadora Ana Alexandre, y que me gusta mucho:
Y os dejo con uno de los lemas que utiliza mi entrenadora Ana Alexandre, y que me gusta mucho: