Como persona organizada, hacía semanas que tenía la cita anotada en mi agenda, no porque pensase que me iba a olvidar, sino porque en mi agenda apunto todo lo que tengo que hacer.
Mis agendas |
Esa costumbre de escribir todas mis citas en la agenda empezó hace varios años... antes ya tenía tendencia a anotar cosas, como la lista de la compra y tareas pendientes, pero mi entrenadora Ana Alexandre me aconsejó anotar mis "tengo que", como método para conseguir desconectar mejor por las noches, y descansar mejor.
He de decir que eso de anotar las cosas pendientes en una agenda me funciona, pues como tengo buena memoria, tiendo a utilizarla para todo, incluso para acordarme de las cosas más insignificantes, de forma que, cuando llega la noche, mi cabeza está llena de todos los "tengo que" del día y me cuesta desconectar.
Aclarado este punto sobre mí y las agendas, tengo varias, porque en el trabajo uso dos, la informática y la de papel (como veis soy terriblemente exagerada con este tema), vuelvo a la cita con la que he empezado este post...
La cita de ese día, con mi fotógrafa de cabecera, a la que considero una buena amiga, se repite una o dos veces al año, en las que hacemos una sesión de fotos para este blog, y para las páginas de mis redes sociales. En verano las sesiones son exteriores, pero como estamos en pleno invierno, esta vez tocaba sesión de estudio.
No sé si os gusta que os hagan fotos, hay mucha gente a la que no, pero a mí nunca me ha molestado, y debido a mi hobby, me he acostumbrado a posar para las fotos. Pero una cosa es posar para una foto, y otra una sesión de fotos con una fotógrafa profesional. Las sesiones exteriores son más fáciles para posar, pero cansan mucho, así que pienso que el trabajo de las modelos se valora poco y se critica demasiado.
Estas sesiones en el exterior además de resultar agotadoras, te hacen pasar frío o calor, dolor de pies y aguantar posturas insufribles mientras el fotógrafo te dice que sonrias y no tenses el cuello, algo que a veces resulta realmente imposible...
Estas sesiones en el exterior además de resultar agotadoras, te hacen pasar frío o calor, dolor de pies y aguantar posturas insufribles mientras el fotógrafo te dice que sonrias y no tenses el cuello, algo que a veces resulta realmente imposible...
En cambio, las sesiones de estudio cansan menos, pero son más difíciles para posar, y conseguir posados que no parezcan forzados o artificiales. Además, las luces del estudio son traicioneras, y resaltan todos tus defectos, hasta la más mínima arruga...
Dicho esto, y volviendo a la cita con mi fotógrafa, ese día no estaba especialmente inspirada, por la situación personal por la que estaba pasando, pero sabía que ella me lo pondría fácil, como siempre.
Había elegido un par de piezas de vestir en negro y dos o tres pares de sandalias con mucho tacón, de las que sólo uso para fiestas o eventos especiales, y que no faltan en las fotos de estudio con mi fotógrafa.
Detalles de algunos de mis zapatos Lodi |
Detalles preparados para la sesión de fotos |
Y cuando llegó la hora, cogí mi maleta y crucé la calle (el estudio de fotografía está delante de mi casa)...
Entrando en el estudio... |
Y entré en ese mundo mágico de la fotografía, donde Ester saca mi mejor cara, esconde mis preocupaciones y tristezas en el fondo de su objetivo, y me hace disfrutar de un buen rato, que luego se refleja en mis publicaciones, porque en este Rincón sólo hablo del lado bueno de las cosas...
Empezando la sesión de fotos en Berganti Studi |
Para acabar, os dejo las fotos más navideñas de esta sesión, y os deseo a todos unas Felices Fiestas.
Pidiendo un deseo... |
Un fuerte abrazo a todos vosotros y mis mejores deseos para 2018. Promto os iré enseñando el resto de las fotos de esta sesión.
Continuará en 2018... |