domingo, 16 de diciembre de 2018

De los campos de lavanda de la Provenza a los viñedos de La Rioja (II)

Hace unas semanas compartí la primera parte de este artículo, dedicada a mi viaje a la Provenza francesa:


Y hoy os quiero contar el segundo de los viajes que hice el verano pasado,  ya en septiembre, a una tierra que tenía ganas de visitar desde hace tiempo: La Rioja, principalmente por mi afición a la enología y por mi admiración a la cultura del vino.


En este viaje quería conocer algunas de las bodegas de La Rioja, pero también su gastronomía, sus paisajes, y un poco mejor su capital, Logroño, que tantas veces visité de niña con mis padres, y a la que hacía más de 20 años que no iba...

Decidimos quedarnos a dormir en Logroño, para así poder hacer las rutas de bodegas los diferentes días desde allí. Nos alojamos en el hotel Mercure Carlton La Rioja, situado muy céntrico y con muy buena relación calidad-precio.

Y desde allí cada día hicimos rutas en coche por la Rioja. Eso sí, el primer día, nada más llegar a Logroño nos fuimos al Spa Mercedes, donde hicimos su circuito spa y un tratamiento de vinoterapia formidable. Este spa está situado en un complejo deportivo de Logroño, y cuenta con saunas coreanas (las únicas de este tipo en Europa). El circuito termal está basado en estas saunas con diferentes técnicas y propiedades, y en el contraste de temperaturas (después de cada sauna pasas a una sala congelada, literalmente). Después del spa, el tratamiento de vinoterapia te deja la piel muy hidratada. Así que tras esta experiencia empezamos con más ganas nuestra estancia en la Rioja.

En la entrada del Spa Mercedes de Logroño

Nuestro primer día: Vivanco y la Cultura del vino, y visita a Haro pasada por agua

La primera visita a unas bodegas en La Rioja fue a Vivanco, moderna bodega situada en Briones, cerca de Haro, y que además cuenta con el mayor museo del vino de España.

En los jardines de Vivanco, con Briones al fondo
Como os decía, Vivanco es una bodega familiar relativamente moderna y que ha crecido mucho en los últimos años. Su museo de la Cultura del Vino es enorme, y sirve para hacerte una buena idea de lo que significa el vino para estas tierras.



En el museo de la cultura del vino de Vivanco

Imágenes de las bodegas de Vivanco

En Vivanco aprovechamos además para hacer un curso de iniciación a la cata de vinos, que resultó muy interesante.

Imagen del curso de cata de vinos en Vivanco
Algunos de los vinos de Vivanco

Después de la larga visita a Vivanco (reservad tiempo si pensáis ir a ver esta bodega), nos fuimos a Haro, donde no pudimos visitar su famoso barrio de la Estación por una fuerte tormenta, pero sí comer un buen chuletón en el hotel-restaurante El Claustro de los Agustinos, que vale la pena visitar.

En el Claustro de los Agustinos de Haro
El Chuletón que comimos en el Claustro de los Agustinos

Segundo día: Visita a la Rioja alavesa, el Marqués de Riscal y la curiosa Laguardia

Nuestro segundo día de ruta por la Rioja lo dedicamos a visitar la Rioja alavesa.

Nuestra primera parada del día fue en un imprescindible si visitas la Rioja: las bodegas del Marqués de Riscal, con su impresionante hotel diseñado por Fran Ghery.

 
En el hotel del Marqués de Riscal




Las bodegas del Marqués de Riscal son unas de las bodegas históricas de la Rioja, donde puedes ver la parte más moderna (el hotel), y la parte más antigua (sus antiguas bodegas y edificios históricos).

Delante de uno de los edificios de las bodegas Marqués de Riscal
En el interior de una de las bodegas de Marqués de Riscal

Sala de la bodega donde guardan botellas de todas sus añadas

 Además en estas bodegas pudimos ver muy de cerca los viñedos:




Después de la visita al Marqués de Riscal, nos dirigimos a Laguardia, donde teníamos previsto visitar otra bodega, El Fabulista, y comer en el pueblo.

Laguardia es un pueblo peculiar, pues está en el interior de una muralla, y son famosos sus túneles, donde antiguamente se encontraban todas las bodegas, y que en la actualidad alberga muy pocas, una de ellas la que visitamos, El Fabulista.

En la bodega El Fabulista de Laguardia
Entrada a El Fabulista, bodega subterránea en Laguardia








En el Fabulista los vinos se elaboran aún con el método tradicional del pisado de uva y fermentación en un depósito. Aquí tenéis unas imágenes del interior de la bodega:





En Laguardia comimos en el restaurante Los Parajes, que también os recomiendo:




Como os decía, Laguardia es una localidad situada dentro de una muralla, con detalles curiosos, como las esculturas de sus plazas, dedicadas a calzados y bolsos:



Imágenes del centro de Laguardia

Y las vistas desde Laguardia a la rioja alavesa son preciosas:





Y hasta aquí la parte del viaje a La Rioja dedicada a las visitas a sus bodegas, ¡pronto os cuento más cosas de este viaje!



domingo, 28 de octubre de 2018

De los campos de lavanda de la Provenza a los viñedos de la Rioja (I)

Cada final de verano acostumbro a escribir un artículo resumen de mis vacaciones, y este verano no podía ser menos. Además, he visitado dos sitios preciosos, diferentes entre sí y también diferentes de mis destinos de vacaciones habituales en verano, cerca de la costa.

El lema de este blog, muy relacionado con los veranos en la costa


Julio en la Provenza

Mi primer destino de vacaciones de este año ha sido una región francesa que no conocía, La Provenza. El año pasado me enteré de unos viajes organizados a esta zona por una experta en aromaterapia, Antonia Jover, que además nació en el corazón de la misma Provenza, por lo que parecía que podía resultar muy interesante descubrir esta zona con ella. Como los grupos eran reducidos, el año pasado me quedé sin plaza, pero este invierno reservé el viaje con tiempo, y pude descubrir la Provenza con una amiga y todo el grupo guiado por Antonia.

El grupo que descubrimos la Provenza con Antonia Jover

 
La razón de hacer el viaje en julio es que en esta época del año los campos de lavanda están en plena floración, y a punto de empezar la cosecha de esta planta aromática, por lo que el paisaje es realmente precioso.

En los campos de lavanda de la Provenza


El destino de nuestro viaje era L'Isle sur la Sorgue, un bonito pueblo del corazón de la Provenza, muy original por estar completamente rodeado por un río, la Sorgue, de ahí el origen de su nombre.

En L'Isle Sur la Sorgue (detrás un molina de agua)




En el pueblo nos alojamos en el Hotel des Névons, donde nos encontramos con el resto del grupo y nuestra guía, y desde allí realizamos cada día los desplazamientos para conocer la Provenza y sus aromas.

Desayuno en el hotel des Névons


La primera excursión estuvo dedicada por entero a la lavanda, con paseos a los campos de lavanda por la mañana, visita a Sault y comida en este bonito pueblo de la Provenza, y la visita a una destilería de lavanda por la tarde, para conocer el método de destilación de este aceite aromático tan preciado.

Galette de trigo sarraceno que comí en Sault

Tienda típica en Sault

La belleza de los campos  de lavanda en flor es difícil de describir con palabras, por lo que creo que lo mejor es enseñaros unas imágenes de mi visita:









En los campos de lavanda sientes que en este mundo industrializado aún quedan remansos de paz, sitios donde conectar con la naturaleza, y de ver procesos en posible peligro de extinción, como la polinización a cargo de las abejas, las principales habitantes de los campos de lavanda, y que generan un sonido tan especial que lo vuelvo a oir cada vez que recuerdo mis paseos por aquellos campos.



Para conocer mejor el proceso de extracción del aceite esencial de lavanda, Antonia nos llevó a una pequeña destilería, donde elaboran el aceite de lavanda a partir de plantas de lavanda orgánicas, no tratadas con pesticidas químicos, por lo que el aceite obtenido es ecológico. Además, del proceso de destilación se obtiene también la famosa "agua de lavanda" que también se comercializa.

Zona de recolección de la lavanda de la destilería que visitamos

Esquema de la destilación de la lavanda (I)

Esquema de la destilación de la lavanda (II)
Destilador de lavanda


El día siguiente de nuestro viaje lo dedicamos a visitar unos jardines de plantas mediterráneas situados en una abadía de un rincón escondido de la Provenza, y un bosque de cedros inmenso. Los dos lugares me cautivaron:

El jardín de la Abadía:








El bosque de cedros:







Vista del valle del río Durance desde el bosque de cedros

Para acabar el viaje, todo el grupo cenamos en un restaurante vietnamita de l'Isle sur le Sorgue:


Un punto final a un viaje muy interesante, que me ha permitido conocer la cultura de esta región francesa tan cercana y hasta ahora desconocida para mí, nuevos paisajes y nuevas personas muy interesantes, que espero volver a ver en otro viaje lleno de aromas... 


Foto en l'Isle sur la Sorgue


Y si queréis conocer mejor las propiedades de las plantas y sus aceites esenciales, podéis leer mis artículos de este blog dedicados a estos temas:

El poder de las plantas

Fitoterapia: plantas que curan (parte I)

Fitoterapia: plantas que curan (Parte II)