lunes, 16 de marzo de 2015

Fitoterapia: plantas que curan (Parte I)

Hace unos meses os comentaba el seminario sobre nutrición que había hecho el pasado verano en la Universitat Oberta, y os daba algunas ideas sobre los alimentos funcionales:


En este seminario también he ampliado mis conocimientos en fitoterapia, ciencia que me parece muy interesante, pues siempre he creído que las plantas medicinales funcionan realmente, y son una alternativa o un buen complemento de los medicamentos para tratar muchas enfermedades. No olvidemos que las primeras medicinas se basaron en las plantas, y hoy en día muchos medicamentos comerciales las contienen. Como curiosidad para los que no seáis de ciencias, la botánica fue una de las asignaturas de mi primer año de Químicas, y también la de los estudiantes de Farmacia, debido al importante papel de las plantas en estas ciencias, porque la química no estudia sólo compuestos sintéticos ni mucho menos... ;-)

¿Y las plantas pueden curar?

Para responder a la pregunta, reflexionemos un poco: ¿quien de vosotros no se ha tomado alguna vez una manzanilla cuando tenía molestias digestivas? o ¿ha usado el tomillo como desinfectante para una amigdalitis?, o ¿ha tomado miel de romero para la tos?

Las plantas tienen propiedades medicinales muy interesantes, y aquí os dejo un pequeño resumen de lo que he aprendido en el seminario sobre fitoterapia. Hoy os hablaré de plantas para el aparato respiratorio, cardiovascular y digestivo.




Plantas para el aparato respiratorio:

Estas plantas pueden actuar a través de las vías respiratorias superiores, o a través de los pulmones. Se utilizan en casos de congestión, resfriados, estados febriles, tos, etc., para minimizar la sintomatología de estas patologías.

Las más utilizadas para este fin son plantas con propiedades antisépticas o bien emolientes, o las que estimulan el sistema inmunitario.

Las antisépticas combaten las infecciones por su acción bactericida o bacteriostática. Entre ellas destacan: el ajo, el pino, el romero, el eucalipto, el tomillo, el clavo y la echinácea. Además, hay que nombrar al propóleo, que, aunque no es una planta, es el producto que se obtinene de las colmenas de abejas, también con propiedades antisépticas.

Las expectorantes o emolientes contribuyen a disminuir la viscosidad del moco, o a lubricar la mucosa respiratoria para mejorar la fluidez, y por tanto, la expulsión de la mucosidad. Son plantas expectorantes la malva, el malvavisco, el hisopo, el llantén o la pulmonaria.

Las plantas que estimulan el sistema inmunitario son, por ejemplo, la echinácea, el sauce, el saúco y la verbena, además del propóleo.

Preparados a base de plantas para el aparato respiratorio: extracto de Echinácea, miel e infusión de tomillo.


Plantas para el sistema cardiovascular:

Estas plantas pueden ejercer su acción sobre el corazón o los vasos sanguíneos, y se distinguen:

Plantas que mejoran el rendimiento cardíaco: Actúan sobre la circulación coronaria. Son el ajo, el espino blanco y la cebolla.

Plantas con acción antihipertensiva: Actúan por dilatación de los vasos sanguíneos. Son el ajo, olivo, espino blanco y muérdago.

Plantas con acción anticoagulante y antiagregante plaquetaria: Previenen la formación de trombos. Son el sauce, la ulmaria, el meliloto y la albura de tilo.

Plantas con acción venotónica: Mejoran la circulación capilar y el retorno venoso, ya que aumentan la resistencia de las paredes de los capilares y disminuyen la fragilidad de vasos sanguíneos. Son útiles para tratar varices, flebitis o hemorroides, y para favorecer la circulación a nivel ocular, renal y cerebral. Estas plantas son el Rusco, castaño de indias, meliloto, Ginko, arándanos y vid roja.

 

Comprimidos de plantas con acción venotónica


Plantas para el aparato digestivo:

Las plantas que favorecen el proceso digestivo pueden ejercer su acción a diferentes niveles:
 
Plantas aperitivas: Producen sensación de hambre y preparan el estómago para el proceso digestivo. Se recomienda tomarlas en infusión, una media hora antes de las comidas. Entre estas plantas destacan: la alcachofera, la achicoria, el jenjibre, la quina, el pomelo, el limonero y el naranjo amargo.
 
Plantas estomacales o digestivas: Se incluyen las plantas que calman las molestias producidas por digestiones difíciles. Su acción puede ser debida a múltiples factores:
 
- Favorecen las secreciones gástricas o hepatobiliares: menta, piña y papaya.
- Protegen la mucosa gástrica: malva, malvavisco, lino, agar-agar.
- Neutralizan la acidez: regaliz, patata, rábano.
- Disminuyen la producción de gases y de espasmos: anís, manzanilla, hierbaluisa, hinojo, cilantro, regaliz, belladona, así como la mayoría de las especies: orégano, albahaca, comino, romero, tomillo, etc.
 
Plantas laxantes: Hay diferentes tipos de plantas laxantes, que pueden clasificarse en función de su mecanismo de actuación:
 
- Laxantes mecánicos: Son plantas ricas en mucílagos, que captan agua y favorecen el peristaltismo intestinal. Su uso no presenta problemas, ya que no afecta al equilibrio iónico ni a la mucosa intestinal. A este grupo pertenecen las semillas de lino, la malva, el malvavisco, el agar-gar, el llantén, o la ispágula (plantago ovata).
- Laxantes estimulantes de la mucosa: Ejercen su efecto sobre las terminaciones nerviosas del intestina, favoreciendo el peristaltismo. El más característico es el aceite de ricino.
- Laxantes antraquinónicos: Aumentan el peristaltismo por irritación de la mucosa. deben usarse siempre de forma puntual, ya que su uso continuado está siempre desaconsejado. A este grupo pertenecen el sen, la cáscara sagrada, y la frágula.
 
Plantas hepáticas y biliares: Actúan sobre el hígado y la vesícula biliar, protegiendo el primero, o favoreciendo la secreción de bilis:
 
- Plantas hepatoprotectoras: protegen las células hepáticas estabilizando sus membranas. Son la alcachofera, el cardo mariano y el boldo.
- Plantas que aumentan la producción de bilis: Hay plantas coleréticas, que aumentan la producción de bilis a nivel hepático, y plantas colagogas, que favorecen el vaciado de la vesícula biliar. Estas plantas son también la alcachofera, el cardo mariano y el boldo, así como la fumaria, el diente de león y la ortiga.
 
 
  
Algunas plantas de acción sobre el aparato digestivo: hinojo, malva, manzanilla y anís
 
 
 
Y hasta aquí la primera parte de este artículo sobre Fitoterapia. Pronto vuelvo con una segunda parte sobre otros tipos de plantas medicinales: las que actúan sobre el sistema nervioso, el sistema urinario y reproductor, y el aparato locomotor.

 
NOTA: Para más información sobre fitoterapia, os recomiendo que acudáis a vuestro farmacéutico o a una herboristería, donde los profesionales os podrán aconsejar sobre las diferentes plantas medicinales y su uso. También podéis consultar a vuestro médico cualquier duda que os surja, ya que las plantas no son siempre inocuas.

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