domingo, 22 de septiembre de 2024

Bye bye verano

Ya os he dicho varias veces que a mí el tiempo me pasa muy rápido… no sé si es porque no paro quieta o porque lo vivo todo muy intensamente, pero hoy me he dado cuenta de que se nos ha ido el verano, y entramos irremediablemente en otoño. El otoño no es una estación que me guste especialmente, pero la tenemos que pasar sí o sí, y este año, como os conté en mi artículo anterior, todavía se me hace más cuesta arriba, pues tengo que pasar pronto por el quirófano a arreglar mi ojillo derecho de su “queratoconjuntivitis” (vaya nombrecito por Dios). 

Así que con mi futuro inmediato a cuestas, hoy, un domingo 22 de septiembre, con un tiempo rarísimo, por cierto, este verano climatológico ha sido también bastante corto, comparado con los veranos calurosos de los últimos años, me dispongo a hacer balance de este escaso verano… He disfrutado un poco menos de mi mar, en parte porque hemos tenido muchos días nublados y lluviosos, y en parte por mi enfermedad ocular, pero mirando la parte buena, mi piel me lo ha agradecido, no me ha salido ninguna mancha nueva!

En una de mis visitas a la playa este verano 

Eso sí, he disfrutado de las salidas con mis amigas, y como cada año hemos tenido nuestras tardes de domingo musicales en W Barcelona y nuestras cenas en la Costa Brava, bautizadas el año pasado con un nombre muy divertido “las cenas de los 60 org….” , por una anécdota fantástica e irrepetible, más bien diría que inalcanzable… los que me conocéis ya sabéis a qué me refiero!

Este verano en una fiesta en W Barcelona 

En otra fiesta en W Barcelona

De cena en Llafranc 

De cena en Platja d’Aro 

También he disfrutado con mi madre de la Costa Brava, con nuestras comidas en restaurantes chulos de por aquí, y este año con un súper concierto de Ricky Martin en el Palau Sant Jordi 👏🏻

De comida en S’Agaró

Preparada para el concierto de Ricky Martin

Y después de mis vacaciones en Cerdeña, de las que te hablé hace poco en Ojos que no ven , también he repetido salidas con amigos en Barcelona, tanto de día como de noche.

De comida en las alturas 😊

En Bastian Beach, en la Barceloneta

Acabando el verano ayer en Barcelona 

Y como quien dice, sin darme cuenta, he pasado este verano extraño por mi situación, que he intentado disfrutar al máximo a pesar de las circunstancias, y como siempre, agradecida a la vida por todo lo que me da, agradecida a mi familia, en especial a mi madre que siempre me saca unas risas, y también a mi círculo cercano de buenas amigas que siempre están a mi lado sin tener que pedírselo. Os quiero muchísimo a todxs. 

Y de vosotrxs, los que me leéis por aquí, me despido hasta pronto, probablemente hasta después de mi cirugía, cuando espero contaros lo bien que me recuperé de este bache que viene. Un beso enorme.


 


martes, 3 de septiembre de 2024

Ojos que no ven...

… Corazón que no siente... o sí?

Empiezo estas líneas con un refrán español que me ha venido a la cabeza nada más me he decidido a volver a escribir en mi blog, un 27 de agosto, recién aterrizada de mis vacaciones de verano en Cerdeña. Vacaciones que me han sabido a poco, primero porque los días en un sitio desconocido y cuando quieres ver muchas cosas vuelan a velocidad de la luz, y segundo porque no estoy al 100% desde hace unos meses, en que me detectaron un problema en mis ojos que sólo se solucionará con cirugía, o al menos eso espero… Esta molestia constante me ha impedido disfrutar también al 100% de una isla maravillosa, llena de gente amable, paisajes maravillosos y comida deliciosa.

Y de vuelta a casa pienso en cuánto nos puede afectar la salud a nuestro estado de ánimo y en lo difícil que a veces parece recuperar tu norte y tu equilibrio emocional cuando el físico no te acompaña, cuando te apetecería disfrutar de los últimos días del verano fuera de casa y sabes que no puedes hacer "excesos" porque cualquier viento o calor (a veces también sin motivo aparente) te desencadena esa molestia tan grande que te impide abrir los ojos, conducir y disfrutar de la luz y el sol, en definitiva hacer "vida normal". Y qué decir de la vuelta al trabajo, que se hace más cuesta arriba cuando no estás al 100%.

Pero pensado todo esto, me digo, Nuria, sabes que esto va a pasar (en la segunda quincena de septiembre tengo cita con mi cirujano para programar la cirugía), sabes que no es nada grave, tienes buena salud en general, tienes buenos amigos que te acompañan y quizás este proceso te va a servir para recordar lo que es prioritario en tu vida, y para poner a cada quien en su lugar, incluida a ti misma.

Si me sigues en este blog, sabrás que empecé 2024 con un virus que me dejó fuera de combate y me empujó a una nueva etapa de crecimiento personal (si tienes curiosidad lee mi artículo Vuelvo a mi rincón), así que quizás el Universo me ha traído este nuevo problema para que siga evolucionando y aprendiendo. Según el coach Kike Delgadillo, si no te mueves, el Universo te tira de la silla para que evoluciones, y reflexionando sobre mi situación actual, igual me está pasando esto a mí ahora, quién sabe...

Así que hecha esta reflexión, estoy volviendo a encontrar la calma y la paz en los momentos malos, escuchando de nuevo mis podcasts favoritos. Por cierto, este verano he descubierto uno muy interesante, "Ojalá lo hubiera sabido antes" de Alex Rovira, Francesc Miralles y Antonio Bolinches, que me parece formidable y te recomiendo muchísimo.

Por otra parte, si te interesas por temas místicos, sabrás el significado de la Rueda de la Fortuna, tan presente en nuestra vida, y que representa que la vida es cambio constante: "lo que está arriba puede estar abajo y al revés, todas tus experiencias, estados de ánimo y vivencias se repiten, así que siéntate sobre los acontecimientos y obsérvalos. Observa el arriba y abajo constante y recuerda tu centro, toma distancia de tus problemas y mantén la paz incluso en los malos momentos."

Y hoy me encuentro sentada frente a mi ordenador viendo mi situación actual, con una cuesta arriba que viene próximamente (mi operación), pero con una paz que hacía mucho que no tenía, una paz casi tan grande como cuando escribí Crecer justo hace un año, después de unas vacaciones formidables en Ibiza. Qué lejos me queda ahora el verano pasado, después de aquel despertar que tuve en junio de 2023, y que te conté en Renacer, me queda lejos, pero siempre lo recuerdo con una gran sonrisa, y gracias a ese verano soy mucho más consciente de mí. Ahora creo que en vez de "Renacer", lo debería haber titulado "Despertar".

Y mientras llega octubre, mi cirugía, y mi descanso obligado de pantallas, de lecturas y escrituras, me despido de ti con unas bonitas imágenes de mis últimas vacaciones en Cerdeña, la isla esmeralda, coral y oro, que espero volver a visitar algún día bien acompañada y con mis dos ojos sanos!

 

Atardecer en Cerdeña
No puede faltar una pizza si viajas a Italia  
Excursión a Isla Maddalena

Las aguas azules de Cerdeña
Fiesta en Phi Beach, al norte de Cerdeña

Más comida italiana en Cerdeña

Noche en Cerdeña, ¡y sin gafas!

Imágenes curiosas con las luces del atardecer

Brindando por la vida en Cerdeña y siempre

Espero que te hayan gustado las fotos de Cerdeña y mi pequeña reflexión de hoy ¡Hasta muy pronto!


miércoles, 7 de agosto de 2024

Conexiones eternas

Empiezo a escribir estas líneas un martes de principios de agosto… Acabo de hablar con mi amiga Mónica, que me acompañó en mis inicios de este blog, y con la que en los últimos años ha habido una gran distancia física y poca comunicación, pero hoy al hablar con ella, para ver si podemos coincidir un día cuando venga de vacaciones a Barcelona este agosto (vive en Italia desde hace un tiempo), he recordado lo importante que era ella para mí, lo mucho que me acompañó durante años, y la gran conexión que existía entre nosotras, era como una hermana para mí… y al recordar nuestra relación he sentido la necesidad de escribir sobre ello, sobre las conexiones eternas, o casi, porque aquí ninguno somos eternos…

La verdad es que a lo largo de mi vida he contado, y cuento, con grandes amigas, a algunas de las cuales las considero casi hermanas… no sé si es porqué durante años me crié sola, deseando que llegase mi hermana (mi mayor deseo de niña era tener hermanos, creo que alguna vez lo he escrito en este blog), que al final llegó y me hizo la niña de 8 años más feliz del mundo. Lo que decía, no sé si es por ese deseo de niña, pero durante mi vida, he creado una conexión también de casi hermanas con algunas amigas, a algunas las tengo cerca ahora, y a otras lejos, pero las llevo en el corazón a todas…

Y pensando en ello, y sabiendo que lo que vemos en este mundo es sólo una mínima parte de lo que en realidad pasa, creo que hay energías que nos unen a ciertas personas de una forma especial, y esas conexiones especiales que surgen no las rompe ni la distancia física, ni el silencio. Estoy convencida de que hay un hilo invisible, una energía que nos une a determinadas personas, que no tiene explicación con la ciencia convencional, pero que existe… 

Lo mismo que hay amores que van más allá de lo físico, hay conexiones mágicas que no se pierden, y personas que quedan en nuestra memoria y nos acompañan siempre aunque no estén físicamente con nosotros. También me ha pasado con algunos hombres, menos que con mujeres, porque normalmente mis relaciones con hombres han sido sentimentales y no de amistad, pero en una relación sentimental también hay amistad, y alguna vez surge esa conexión especial que te une a la mente, o al espíritu (o al alma, si crees en ella) de esa persona, sin saber porqué y que no termina aunque la relación sentimental termine. Y no, no hablo de dependencia emocional ni mucho menos, hablo de que puedes desearle a esa otra persona toda la felicidad del mundo incluso con otra pareja, y tú ser feliz con otro hombre, pero sabiendo que con ese alma te unió algo especial que no se destruirá ni con el tiempo ni con la distancia física.

Igual piensas que con tanto crecimiento personal (te he hablado de él en mis artículos anteriores de este año) me he vuelto un poco loca, pero estoy convencida de que somos energía, y al igual que hay personas que te repelen sin saber porqué, otras te atraen desde un primer momento sin explicación. Esto ya te lo conté en mi artículo sobre mis últimas relaciones amorosas, pero hoy no quiero centrarme en personas concretas, sólo en la filosofía de las conexiones, que, si no me convence alguien de lo contrario, diría que a veces son “casi” eternas.

Y tú, ¿qué opinas sobre este tema? ¿Me he vuelto loca o has sentido esta conexión alguna vez con alguien? Cuéntame en comentarios.

Hasta pronto y feliz agosto!



 

miércoles, 10 de julio de 2024

Vuelvo a mi rincón

Hace unas semanas estuve repasando los artículos de este blog, y aunque ahora me dedico más a otras redes sociales, he recordado lo gratificante que era para mí escribir en esta página. Como he dicho en artículos anteriores, es una especie de terapia para mi alma, así que una tarde soleada y ventosa de julio, después de un entreno online con mi entrenadora personal (ya la conoces si sigues este blog), me he puesto frente al ordenador para ordenar algunas ideas, y ver qué sale de mi cabecita hoy...

Hace meses que empecé a escribir un artículo sobre mi evolución en este año 2024, pero es tan íntimo que de momento se ha quedado sin publicar, así que hoy voy a mirar de plasmar parte de lo que escribí en esa otra entrada, una parte también muy personal, pero quizás no tan extremadamente íntima...

Te cuento: empecé este año mal, a principios de enero se desencadenó una gran tormenta en mi interior, una tormenta que empezó como un simple resfriado, que evolucionó mal, me dejó afónica el día de Reyes, y me mantuvo casi todo el mes con una faringitis horrible, diría que la peor de mi vida, que no remontaba…

Y en esa tormenta interior, en la que pasé muchas horas encerrada en casa, y sin poder hablar, un poco por casualidad (o no, porque creo que las casualidades no existen), descubrí muchas cosas sobre mí misma, sobre mis emociones, mis miedos, mis creencias, mi historia, y sobre el porqué hasta entonces había tenido relaciones con hombres que no me aportaban la paz que te debe aportar una relación equilibrada. Descubrí que el problema eran mis patrones emocionales, que venían de un suceso traumático en mi adolescencia, un suceso que me marcó mucho más de lo que yo pensaba, y que se me reveló en un sueño ese mes de enero tan duro, de forma que se volvió real, me volvió a doler, y lloré muchísimo, pero esta vez para perdonar, para explicárselo a mis personas más cercanas y sobretodo para sanar por fin, después de tantos años.

A partir de entonces, reflexionando sobre mi vida, vi que lo que quería era ser feliz, y aprendí, gracias a mis mentores (un día os tengo que contar en quienes me he apoyado en este proceso de evolución), la importancia del autoconocimiento, la importancia de conocer tus creencias limitantes, de trascender a tu ego, a tu niño herido que pretende protegerte falsamente del peligro. Aprendí también sobre relaciones, que para ser feliz no necesitas que nadie te ame, pues lo más importante es el amor a uno mismo, aprendí que el amor bueno no viene a cubrir tus necesidades sino a acompañarte en el camino y a crecer contigo, y aprendí que no es bueno alimentarte de expectativas sobre los otros, sino vivir el día a día con gratitud e ilusión. Por último, aprendí el mayor secreto para mí hasta ahora sobre las relaciones: que sólo funcionan si admiras y te admiran, y que, en mi caso, para que alguien me admirase debía quererme, crecer y sobretodo trascender a esa niña herida de mi adolescencia.

Después de la tormenta de enero, conseguí reponerme (es cierto que después de la tormenta siempre llega la calma), y volví a mi vida, con mi nuevo yo, libre de cargas, un yo que fluye, y que quiere seguir aprendiendo cada día, porque cuando se empieza el proceso de crecimiento y evolución personal, es difícil pararlo. De esta forma he conseguido vivir el presente sin demasiadas ataduras, soltando el pasado, disfrutando de cada día con mi mayor sonrisa y dando gracias a la vida por todo lo que me ha dado y me sigue dando. Tengo también mis momentos malos (soy humana), pero miro de aceptar también ese tipo de emociones y no castigarme demasiado cuando me visitan.

Este crecimiento me ha servido en todas las áreas de mi vida, y aunque empezó por lo sentimental, me ayuda en el día a día de mi trabajo y mis relaciones de todo tipo, de lo cual estoy muy orgullosa.

En las otras facetas, sigo teniendo una vida social activa, ahora que empieza el verano, todavía más, y respecto a los hombres, creo que el tema daría para otro artículo, pero en resumen, solté mi pasado, y ahora me divierto conociendo personas que me han regalado citas que definiría a veces como divertidas, y otras como surrealistas, pero siempre son experiencias que quedarán en mi memoria.

Y por hoy es todo, te dejo aquí un resumen rápido de mi primera mitad de año, y te debo un artículo sobre mi vida sentimental, te contaré lo que pasó finalmente con M (sabrás quién es si has leído mis artículos de 2023), y mis citas con otros hombres, que igual dan para un best seller, como dicen algunas de mis amigas cuando nos reímos juntas de algunas anécdotas 😉

Buenas noches, feliz verano y feliz vida!



 

viernes, 28 de junio de 2024

Mil y una formas de comer sano sin aburrirse (VIII) Ensaladas con huevo

Vuelvo después de mucho tiempo sin compartir mis recetas, y aprovechando que empieza el verano, os traigo nuevas ensaladas saludables, esta vez utilizando un alimento básico, el huevo, y que da un toque delicioso a las ensaladas:

Ensalada de tomate con huevo duro y olivas

Como siempre os digo, para hacer que mis ensaladas no sean monótonas, miro de combinar diferentes ingredientes, junto con el ingrediente principal. Por ejemplo, en el caso de huevos duros, me gusta mucho las combinaciones con olivas, y con frutas (mango, granada, pasas, etc.). Aquí tenéis algunos ejemplos:

Ensalada con huevos duro, palmitos, mango y sésamo tostado

Ensalada con huevo duro, olivas, pimiento amarillo y granada 
Ensalada de tomate, huevo duro y pasas
 
Como en mis anteriores artículos sobre ensaladas, os doy opciones de ensaladas con vegetales cocidos, para los que no os guste comer lechuga de noche por ejemplo. Las judías verdes, los espárragos blancos, y el pimiento y berenjena, son buenas opciones en estos casos:

Ensalada de judías verdes, tomate y huevo duro
Otra ensalada de judías verdes, huevo duro y tomatitos
Ensalada de tomate, espárragos y huevo duro
Ensalada de escalivada y huevos
 
Otra opción, si no os gusta el huevo duro, o simplemente para hacer una ensalada diferente, es hacer un huevo frito o a la plancha y añadirlo a una ensalada:

Ensalada de endivias, tomate, pimiento, olivas y huevo a la plancha
 
Y hasta aquí unas cuantas ensaladas con huevo. Espero que os hayan gustado y que no tardéis en preparar alguna, ya me contaréis . ¡Hasta pronto!